Tras dieciocho años de gestión, el 30 de abril fue el último día de Liliana Ferrer como directora del Instituto Católico Superior.
Licenciada en Ciencias de la Educación y Profesora de Ciencias Económicas, Liliana tuvo una vasta trayectoria en la docencia y la gestión, tanto en Incasup como en otras instituciones. Hoy concluye su actividad laboral, luego de ese extenso recorrido, para disfrutar de la etapa que se abre en el retiro jubilatorio.
El jueves 2 de mayo, el instituto llevó a cabo una jornada especial en reconocimiento al legado de Liliana: Hubo una misa en la capilla del Seminario Mayor, un acto en el Teatrino y un brindis en el Salón de Usos Múltiples, con la participación del equipo de conducción, docentes, estudiantes, personal de la casa y demás integrantes de la comunidad educativa.
En el desarrollo de los distintos momentos del encuentro, distintas voces que se expresaron en reconocimiento a la directora, resaltaron su capacidad, sensatez, calidez y la generosidad con la que había desarrollado su tarea en todo este tiempo.
También hubo momentos artísticos en la jornada, con música, poesía y regalos para la homenajeada.
Visiblemente emocionada por las muestras de cariño y gratitud de toda la comunidad educativa, Liliana destacó que el crecimiento logrado en Incasup desde su llegada fue una construcción colectiva del equipo docente y de conducción. La profesora se mostró reconfortada por haber alcanzado las metas que se propuso al inicio de su gestión, en marzo 2006, cuando comenzaron junto a su compañera de todo el periodo, la vicedirectora Marìa Inés Gragera.
“Liliana deja la vara muy alta”, subrayó el Padre Eduardo Casas en la misa que abrió la jornada. Con esas palabras, el sacerdote sintetizó el sentimiento generalizado de la comunidad Incasup, que reconoce y valora profundamente la huella que deja la directora, quien se retira rodeada del cariño, admiración y respeto de sus estudiantes y colegas.
