7 preguntas sobre Orientación Vocacional

Por: Alicia Bergonzo (Lic. en Cs de la Educación y Docente en el Instituto Católico Superior)

Redacción: LA VOZ DEL INTERIOR (Consultorio 28-08-2013)

La especialista Alicia Bergonzo despeja las dudas que surgen en la última etapa del secundario. 

Si todavía no elegí qué carrera seguir, ¿estoy a tiempo de buscar ayuda o es mejor dejar pasar el año?

–Es frecuente la consulta de orientación vocacional al inicio del sexto año del secundario y cuando se promedia la mitad del mismo. Opino que son momentos adecuados para elegir qué carrera seguir o buscar ayuda en el caso de ser necesario. Pero esto no es matemático. Con respecto a si es mejor dejar pasar el año, habría muchas respuestas. La que me gusta es que siempre es tiempo para pensar, imaginar y soñar con el sentido y la dirección que se quiere dar a la propia vida y para eso es importante saber cuál es el proyecto que se quiere poner en marcha. Cuando sea.

–Ya decidí solo qué carrera elegir, ¿me quedo tranquilo o debería confirmar mi elección con un experto en orientación vocacional? 

 

–No todos deben, ni tienen que realizar consulta a expertos para confirmar una decisión de carrera. Pero sí es necesario considerar la posibilidad y concreción de conversarlo con adultos confiables, que puedan hacer de escucha y con los cuales se pueda charlar acerca de cómo, por qué y para qué se eligió determinada carrera y no otra. Elegir solo no significa elegir aislado. Padres, profesores, amigos o conocidos universitarios, profesionales del área que se elige y otras personas pueden ser muy buenos interlocutores a la hora de “confirmar” lo que se ha decidido estudiar.

–¿Está bien si tomo la decisión sobre la carrera universitaria que voy a seguir sin tener en cuenta cuánto gana en promedio un profesional del área?

–En general, puede decirse que la elección de estudiar para una profesión tiene como finalidad poder trabajar con ella e insertarse en el sistema productivo una vez recibidos. Por tanto, es muy importante investigar el mundo laboral de la profesión que se elige en todos sus aspectos: el económico, los campos posibles, la demanda actual, entre otros. Elegir es elegirse como persona en un lugar socioocupacional y en un determinado contexto histórico, de allí que es indispensable conocer el qué, cómo, cuándo, cuánto, dónde, para qué y con quiénes se trabajará.

–Estoy en mi penúltimo año de secundario, ¿es conveniente que haga ahora un curso de orientación vocacional o espero al año que viene? 

–Cada vez es más frecuente la consulta a un experto para elección de carrera por parte de estudiantes del quinto año del secundario. Hay personas que “necesitan” saberlo por ansiedad, y que suponen que el haber decidido un año antes los va a dejar tranquilos porque tienen “controlada” la situación. Otros lo hacen para seleccionar áreas de pasantías que ofrece el colegio y otros para empezar a prepararse para el cursillo de ingreso. ¿Es conveniente? La idea al responder ésto gira en torno a que un año en la vida de un adolescente puede significar el encuentro con nuevas experiencias, personas, áreas de la realidad y carreras que no sabían que existían, que conocían mal o que no había considerado como posibles de elegir. Si se realiza un curso en quinto año, el no “aferrarse” a la decisión de manera absoluta es importante. Un año es un tiempo a considerar por las sorpresas que pueden ocurrir en sus vidas. Y es del todo saludable dejarse sorprender por lo que la vida nos trae. A eso se lo denomina voluntad de riesgo, sostenida en y por el deseo de crecer.

–Sé qué quiero estudiar desde que era chica, pero nunca averigüé nada sobre las otras profesiones, ¿debería tener información sobre otras carreras antes de tomar la decisión definitiva?

–No se elige lo que se ignora. Conocer la oferta educacional –que en Córdoba es mucha y variada– es uno de los requisitos para hacer una buena elección.

–¿Cuánto debe durar un curso de orientación vocacional? ¿Por qué?

–Por lo general, un curso de orientación vocacional asume la condición de proceso, es decir, se despliega en el tiempo. Hay cursos que pueden durar uno, dos o tres meses con encuentros de frecuencia semanal. También hay cursos intensivos de fin de semana (tres días) o de semana completa (seis o 
siete días).

–Me gustaría tener un título universitario, pero no me gusta estudiar, ¿eso se puede corregir?

–Creo no equivocarme si afirmo que son pocas las personas que al terminar su secundario les “gusta” estudiar. En general, se elige seguir estudiando porque es necesario. No es un defecto que debe ser corregido, es un desafío por enfrentar, para el logro de metas. Por otra parte, la mayoría de las instituciones educativas de nivel superior cuentan, desde el ingreso, con un departamento de asesoramiento y orientación al estudiante que puede ayudar a construir o mejorar estrategias de estudio. A él se tiene que acudir, en primera instancia, buscando ayuda en caso de dificultades.

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